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HIPERTROFIA PROSTÁTICA

La hipertrofia prostática es una enfermedad asociada a la próstata, obviamente, que consiste en el aumento anormal del tamaño de ésta debido a la edad y a los cambios hormonales que se producen en el cuerpo del hombre. El aumento del tamaño de la próstata es una patología muy común entre los hombres de edad avanzada, siendo muy probable que a los 70 años padezcan hipertrofia prostática.

Concepto

Periodo Prepatogénico (Triada Ecologica)

  • Huesped 
  1. Edad:40 y 80 años ,cambios hormonales.

  2. Sexo:Masculino

  3. Habito:Permanecer mucho tiempo sentado.

  • Medio Ambiente 
  1. Físicas.

  2. Sociales.

  3. Culturales.

  4. Biológicas.

Periodo Patogénico (Etapa Clínica)

  • Signos y Síntomas inespecificos
  1. Disuria.

  2. Nicturia.

  3. Urgencias para ir al baño.

  4. Sensación de haber vaciado la vejiga por completo.

  • Signos y Síntomas especificos
  1. Retención de orina.

  2. Reducción del tamaño y fuerza del chorro urinario.

  3. Infecciones de orina.

  • Complicaciones 
  • Resultado
  1. Problemas renales y sangrado.

  2. Cancer de prostata.

  1. -Recuperación total.

Niveles De Prevención 

Prevención primaria 

  • Promoción de la salud 
  1. Participar en el cuidado de la salud le permite adoptar una forma de vida saludable  y anticipar situaciones que pueden dañarla.

  2. Actividad física, previene enfermedades y mantiene un estado de salud adecuada  ,como mejorar el trabajo del corazón ,fortalece el sistema respiratorio y muscular.

  3. Salud bucal ,tener dientes blancos mantiene una boca saludable libre de mal olores.

  4. Vejez saludable.

  5. Higiene del  sueño para tener una vida saludable.

  • Protección específica 
  1. Un examen de detección requiere una exploración completa y un análisis de sangre para encontrar el antígeno prostática y demostrativo de su evaluación de muestras de detección ,mediante la vigilación de síntomas sospechosos y de los factores de riesgos de esta enfermedad puede tratarse antes de tener mas complicaciones.

Prevención secundaria 

  • Diagnostico precoz

Se recomienda a los pacientes mayores de 50 años acudir anualmente al urólogo para que someterse a una revisión de cara a detectar posibles problemas en la próstata, tanto en lo que respecta a la hipertrofia prostática benigna como al cáncer de próstata. Durante la consulta el especialista en Urología realizará una serie de pruebas diagnósticas con las que podrá determinar si existe o no un agrandamiento de la próstata.

  • En primer lugar el cirujano llevará a cabo el cuestionario IPSS de síntomas prostáticos. Este cuestionario consiste en una batería de preguntas sobre los hábitos de micción del paciente con el que según sus respuestas el médico podrá conocer si existen indicios de hipertrofia prostática.

  • Por otro lado, encontramos la cuantificación del antígeno prostático específico en la sangre o PSA. Este antígeno es producido por la próstata para diluir el semen y normalmente la cantidad que pasa a la sangre es muy baja. En el caso de que exista una elevada cantidad de PSA en sangre es indicio de que puede existir un aumento en el tamaño de la próstata, ya sea debido a una prostatitis, a hipertrofia prostática o a cáncer de próstata.

  • A continuación encontramos el conocido tacto rectal. Esta prueba diagnóstica es quizá la más importante ya que permite al urólogo conocer la salud de la próstata mediante el tacto. Con esta prueba el médico es capaz de saber si el crecimiento de la próstata es anormal y diferenciar si este crecimiento es benigno, debido a hipertrofia prostática benigna; maligno, debido a cáncer de próstata; o debido a una infección. Además, el médico puede detectar en qué grado se encuentra la hipertrofia prostática al poder detectar su tamaño aproximado.

  • Tratamiento oportuno 

El tratamiento farmacológico para la hiperplasia benigna de próstata tiene como único objetivo el del alivio de los síntomas más molestos como son la irritación y la obstrucción. Este tratamiento se basa principalmente en el uso de antiandrógenos y suele tener buenos resultados en pacientes con próstatas de un tamaño poco mayor a 40 cc.

En un principio el problema puede ser solventado con medicamentos, pero con el tiempo el tamaño de la próstata puede continuar aumentando y reducir la eficacia de este tratamiento. En estos casos, la única solución para eliminar los problemas de hipertrofia prostática benigna es la operación de próstata.

Operación de próstata con láser de tulio

La operación de próstata con láser de tulio es la intervención con láser más moderna y tecnológicamente avanzada de la actualidad. Consiste en la introducción de una fibra láser a través de la uretra, con la ayuda de un cistoscopio, y en la consecuente fotovaporización del adenoma prostático (tejido prostático que ha aumentado de tamaño) permitiendo reducir el tamaño de la próstata y aliviando los síntomas de la hipertrofia prostática.

La principal ventaja de esta operación es el hecho de que la precisión y potencia del láser es mayor que en su predecesor, el láser verde, así como en la técnica de vaporización. La vaporización del tejido prostático consiste en la focalización del láser en la zona a eliminar calentando el agua intracelular hasta temperaturas superiores a los 100 grados causando su evaporación junto con el resto del material celular. Además, el calor que se pierde hacia las zonas adyacentes al tejido evaporado provoca un efecto hemostático (cauterización de una herida) que minimiza el sangrado intraoperatorio y postoperatorio.

Esta reducción del sangrado durante la operación de hipertrofia prostática con láser de tulio permite al paciente reducir el tiempo de estancia hospitalaria y de recuperación, a la vez que se reducen las posibles complicaciones como incontinencia urinaria o disfunción eréctil. Para conocer más sobre esta operación visita el banner a continuación.

 

Operación de próstata con liberación uretral (Sistema Urolift)

La operación de próstata con liberación uretral consiste en la liberación del conducto uretral haciendo uso del sistema urolift. Este sistema está formado por el dispositivo urolift y los implantes urolift y los pasos a realizar son los siguientes:

  • El anestesista duerme al paciente con una ligera sedación.

  • A continuación, el urólogo aplica anestésico local en la uretra e introduce un cistoscopio por la uretra (la cual ha sido previamente dilatada y lubricada) hasta llegar a la próstata. Una vez en la zona de la próstata el especialista introduce el dispositivo urolift a través del cistoscopio hasta llegar a la zona de la obstrucción prostática.

  • El siguiente paso es ejercer una ligera presión con la punta del dispositivo hacia el lateral de la próstata y colocar el implante en la misma, permitiendo liberar parte del conducto uretral.

  • Después de esto, el cirujano coloca varios implantes a cada lado (normalmente son entre 2 y 6, dependiendo del paciente) hasta dejar el conducto uretral totalmente liberado. Una de las ventajas de este procedimiento es que al finalizar el cirujano puede comprobar de forma inmediata si la operación ha sido un éxito o no haciendo uso de un endoscopio flexible.

  • Tras tan sólo 20 minutos de intervención el paciente tan sólo deberá esperar un par de horas hasta que esté totalmente despierto y podrá abandonar el hospital por su propio pie y podrá orinar el mismo día notando un alivio automático de los síntomas, mejora que llega a su culmen a los 15 días tras la intervención.

Además de la corta duración de la intervención, los resultados inmediatos, la no necesidad de anestesia regional o general y que es ambulatoria, una de las principales ventajas de esta intervención es que al no dañarse tejidos como en las operaciones convencionales las probabilidades de sufrir incontinencia urinaria, disfunción eréctil o eyaculación retrógrada es prácticamente nula, siendo la única que lo permite. Para conocer más sobre esta intervención pincha en este enlace: Operación de próstata con liberación uretral (sistema urolift)

 

Operación de resección transuretral de próstata (RTU)

La operación de resección transuretral de próstata es la intervención para la hipertrofia prostática más utilizada de la historia. Esta intervención tiene muy buenos resultados a largo plazo aunque existen mayores posibilidades de sufrir complicaciones, como incontinencia urinaria o disfunción eréctil, que en las modernas operaciones con láser.

Asimismo, la RTU es una de las cirugías más utilizadas para la reducción del tamaño de próstata aquejadas de hipertrofia prostática. Esta intervención se realiza bajo anestesia regional o general, dependiendo del paciente, y consiste en lo siguiente:

  • Se introduce un cistoscopio lubricado a través de la uretra hasta llegar a la próstata.

  • Por el orificio del cistoscopio se introduce un endoscopio que cuenta con un instrumento cortante llamado resectoscopio y una luz.

  • Ya en la zona de la próstata, el cirujano va cortando pedacitos del adenoma prostático a la vez que sella los vasos sanguíneos con pequeñas descargas eléctricas realizadas con el resectoscopio.

  • Tras extirpar toda la cantidad de próstata necesaria, se coloca una sonda en la vejiga para permitir la fluidez de la orina durante el postoperatorio.

  • Esta intervención tan solo dura entre 30 y 60 minutos y la estancia hospitalaria es de 3 días aproximadamente.

  • Rehabilitación

La recuperación tras una intervención de próstata varía dependiendo de la técnica utilizada para tratar la hipertrofia prostática:

Láser de tulio: La estancia hospitalaria se reduce a un solo día, aunque en ocasiones el paciente puede abandonar el hospital el mismo día. Tras ello, el paciente tan sólo deberá pasar 2 o 3 días en casa sin realizar esfuerzos físicos excesivos y después podrá volver a sus actividades cotidianas con normalidad orinando sin problemas. Las actividades sexuales se podrán retomar a partir de la segunda o tercera semana de postoperatorio.

Liberación uretral con sistema urolift: En este caso, el paciente abandona el hospital un par de horas después de la intervención, puede llevar una vida normal desde el principio y la mejora de los síntomas es inmediata. Se recomienda esperar al menos 2 semanas para retomar sus actividades sexuales.

Resección transuretral: En este caso, la estancia hospitalaria es de 3 días y la recuperación total puede variar de entre 3 a 6 semanas. Las relaciones sexuales deberán esperar hasta 3 o 4 semanas después de la operación.

Prevención terciaria

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