•Con el envejecimiento, la capa externa de la piel (epidermis) se adelgaza, aun cuando la cantidad de capas celulares permanece sin cambio alguno.
Sistema Tegumentario
•La cantidad de células que contienen pigmento (melanocitos) disminuye. Los melanocitos que quedan aumentan de tamaño. La piel envejecida aparece más delgada, más pálida y transparente (traslúcida). Las manchas pigmentadas grandes, incluso las manchas por la edad, manchas hepáticas o lentigos, pueden aparecer en zonas expuestas al sol.
•Los cambios en el tejido conectivo reducen la resistencia y la elasticidad de la piel. Esto se conoce como elastosis. Es especialmente notable en las zonas expuestas al sol (elastosis solar). Esta afección produce la apariencia correosa, deteriorada por la intemperie, que se suele ver en granjeros, marineros y otras personas que pasan gran parte del tiempo al aire libre.
•Los vasos sanguíneos de la dermis se vuelven más frágiles. Esto lleva a que se presenten hematomas, sangrado debajo de la piel (a menudo llamado púrpura senil), hemangiomas capilares y afecciones similares.
•Las glándulas sebáceas producen menos aceite a medida que usted envejece. Los hombres experimentan una mínima disminución, más frecuentemente, después de los 80 años de edad. Las mujeres producen gradualmente menos aceite después de la menopausia. Esto puede hacer que sea más difícil mantener la piel humectada, lo que causa resequedad y picazón.
•Las glándulas sudoríparas producen menos sudor. Esto hace que sea más difícil mantenerse fresco. Su riesgo de sobrecalentarse o de sufrir insolación aumenta.
Los cambios en el sistema tegumentario (piel y anexos) están entre los signos más visibles de envejecimiento. Los signos del aumento de la edad incluyen las arrugas y la piel flácida. El encanecimiento del cabello es otro signo obvio de envejecimiento.
•Las uñas, particularmente las de los dedos de los pies, pueden volverse duras y gruesas. Las uñas encarnadas pueden ser volverse más comunes. Las puntas de las uñas de las manos se pueden partir.
•Cambio en el grosor y color del cabello. Las fibras de cabello se vuelven más pequeñas y tienen menos pigmento.